Mareas de sangre by Anne Perry

autor:Anne Perry [Perry, Anne]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2018-04-19T00:00:00+00:00

11

Hester no estaba en casa cuando Will fue a verla, sino que la encontró en la clínica de Portpool Lane. Estaba en el almacén donde guardaban los medicamentos revisando lo que tenían y lo que necesitaban. Como siempre, se trataba de vendas, más alcohol quirúrgico para esterilizar los instrumentos, las heridas y demás, y más vino decente, para cuando lo único que podían tomar los pacientes era un sorbito. Algunos escalpelos y tijeras había que afilarlos, pero eso era fácil de arreglar.

Se volvió cuando sintió la presencia de Will detrás de ella. Se alegró de verlo, pero que hubiera ido a buscarla hasta allí, en vez de esperarla en casa, le provocó un momento de ansiedad. ¿Qué era lo que no quería que Monk pudiera oír?

Will le sonrió. Estaba ya hecho todo un hombre, pero su sonrisa todavía encerraba parte del niño que fue.

—No es Bathurst —dijo inmediatamente—. Desaparece muy a menudo y es muy cuidadoso con el dinero porque es el mayor de una familia grande y siempre tiene problemas económicos. Su padre falleció y el sueldo de Bathurst es el único ingreso regular que tienen. Una hermana trabaja, pero a las chicas, ya se sabe, no les pagan mucho. Él tiene siempre miedo de que se vea arrastrada a buscarse la vida en la calle, porque necesitan mucho el dinero. Supongo que también es por eso por lo que él siempre es amable con las mujeres de la calle. Es que entiende cómo han llegado a eso. —En su cara se reflejaba la lástima que sentía. Unos años atrás tal vez también habría habido ahí envidia por el hecho de formar parte de una gran familia, incluso aunque fuera pobre. Ahora estaba ya muy seguro del lugar al que pertenecía para sentirse así.

Hester le sonrió.

—Gracias.

No podía dejar de cuestionarse lo vulnerable que convertía al joven Bathurst esa necesidad constante. Cualquier emergencia, por pequeña que fuera, podría poner patas arriba su modo precario de sobrevivir.

—Lo sé —se apresuró a decir Will.

—¿Ah, sí? —Pensó en intentar ocultarle las dudas que sentía, pero lo había hecho en una ocasión y él se había percatado a pesar de todo, y no solo se mostró dolido, sino también enfadado.

—Sí. Crow ha tratado a algunos miembros de su familia. No hay razón para pensar mal de él.

Hester no quería discutir, pero él estaba esperando su respuesta, mirándola muy fijamente. ¿Cuándo había madurado tanto? Ella sabía la respuesta: ayudando a Crow, sobre todo al tratar a su amigo de la guerra de Crimea, que tenía heridas terribles tanto en el cuerpo como en la mente. Will había recibido una violenta dosis de realidad sobre la guerra y la pérdida y la había encajado bien.

Esta vez le sonrió sin sombra de duda.

—Muchas gracias.

—No he averiguado mucho sobre Laker, excepto que estuvo en el ejército un tiempo. Puede que tú conozcas a alguien que estuviera con él entonces. Salió de allí… con cierta sombra cerniéndose sobre él. Pero no sé qué puede ser.

Por eso había ido Will a buscarla a la clínica, en vez de a casa.

descargar

Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.